No me cansaré de decir que el chaleco es un accesorio imprescindible en el deporte del kayak. Hay muchas razones para usarlo, y una de las más importantes es que nos ayude a estar a flote en situaciones en las que por lo que sea, necesitamos apoyo. Como en la vida, nada es para siempre y el chaleco también tiene una vida limitada.
Cuando ha llegado ese momento de cambiar el chaleco porque no mantiene sus características ?
Que puedo hacer para estirar ese momento ?
Pasa que te lo cuento.
SEÑALES PARA CAMBIAR TU CHALECO SALVAVIDAS ?
Chalecos de kayak hay de muchos precios y características. Aun así todos están fabricados de forma parecida. Externamente están hechos de nylon o poliester. Aquí podemos valorar con más facilidad el efecto del uso y el paso del tiempo. Salvo que haya una rotura, el chaleco nos servirá. Como mucho habrá perdido su bonito color, y ya no seremos tan visibles.
Externamente son señales preocupantes cuando la etiqueta interna se ha borrado (como en la foto), se ha descolorido mucho (difícil de saber si no tenemos la referencia de uno nuevo) o las cintas se han deshilachado.
LO QUE LES HACE FLOTAR
Por dentro llevan una espuma de cloruro de polivinilo o de polietileno que no absorbe agua y hace flotar. Es esa espuma, lo que se deteriora antes y es más difícil de evaluar porque no se ve. Ese deterioro es progresivo pero se puede acelerar por luz fuerte, temperaturas altas o poca calidad. Una buena prueba es comprimir el grosor de la espuma y que vuelva con facilidad a su sitio. Si eso pasa va bien. Si no sucede, o está muy dura o blanda… no mola. El tacto es parecido al de un asiento de coche. Algunas marcas como Yak, permiten acceder a esa espuma, y si la encuentras en el mercado, la cambias.
Puedes hacer pruebas adicionales al chaleco. Tirarlo al agua y que flote, no es bastante. Debes tu sumergirte con el puesto y que te mantenga en posición vertical. Lo suyo seria meternos en un tanque de agua y ver el agua expulsada. De esa forma seria una práctica divertida para explicar a tu hijo de que va lo del principio de Arquímedes. Si eres inquieto los de Palm proponen esta prueba casera.
ALARGA LA VIDA DE TU CHALECO SALVAVIDAS
Como en el amor si algo lo cuidas, dura más. Un chaleco es simple, pero tiene sus instrucciones para alargar su vida útil. Si eres de los que no las leen aquí te las cuento y te las mejoro con mi experiencia.
- Lávalo con agua dulce después de cada uso (tu sudor también suelta sales)
- Colócalo en una percha o silla, y ponlo a secar que no le pegue el sol
- No lo metas en lavadora ni secadora
- No lo uses de cojín o asiento
- Guárdalo en un lugar seco, libre de luz y colgado de la percha.
- Abre los bolsillos
- Si lo manchas usa jabón suave y limpia de forma localizada la zona. En la foto mi chaleco está manchado de crema del sol
- Cuando vas de travesía guárdalo en el interior de la bañera, cuando no lo uses.
La norma es cuida de tu chaleco, para que algún día, él cuide de ti.
El chaleco Chuckle de la foto se ganó después de 10 años y cientos de kilómetros el relevo. Después de tan buenos momentos el pobre se merecía un entierro vikingo. Pero como su espuma no llevaba bien la combustión y contaminaba acabó sus días rajado (para que nadie use un chaleco que no flota suficiente) y en el Ecoparque local. Ahora su lugar en mi pecho lo ocupa el Palm Hydro.
Espero que te haya gustado el artículo y que te sirvan estos trucos. Si lo que buscabas es saber que chaleco necesitas, pincha aqui